CUENTO PARA TENER EN CUENTA

"DON ENGAÑOS"

En la Villa de Saltarin, vivia un hombre anciano, quien aparentaba ser muy pobre y muy honrado; cada mañana llegaba a la tienda de la esquina a quejarse y a lamentarse de su pobre vida; sus vecinos lo escuchaban con atención y sentian compasión por él, así que siempre terminaban comprandolé lo que decía necesitar para sustentarse ese día. Aquel anciano era natural de San Antonio, un pueblo cercano a Saltarin, algo que la gente ignoraba por completo; ese anciano era en realidad un hombre mentiroso, puesto que se hacia rico a costa de todas las ayudas que le llegaban de sus vecinos, las guardaba y cada 5 de cada mes viajaba a San Antonio a su hermosa vivienda a guardar las cuantiosas dadivas que con mucho cariño le daban sus vecinos. Al otro día llegaba como si nada a seguirse quejando ante sus vecinos, cada vez que llegaba a su casa con las ayudas recibidas, se burlaba de todos diciendo: "los tengo convencidos" jajaja si supieran... Y seguia riendose. En San Antonio tenía una pequeña familia conformada por sus 2 hermosas nietas y su hijo Josué quien era un hombre muy trabajador y bondadoso.

Un día aquel anciano enfermó de gravedad y envió una carta a su hijo Josué para que fuera a ayudarlo, Josué al recibir la carta se entristeció mucho y enseguida viajó hacia Saltarin; al llegar a aquel pueblo empezó a preguntar por su padre pero nadie le daba razon por la descripción que hacia de su papá pues decía con orgullo, mi padre trabaja fuertemente en esta villa, es un hombre muy fuerte y tiene una linda casa en San Antonio, nadie conocía al hombre de aquella descripción; mientras tanto el anciano emepezaba a morir en su lecho, finalmente después de tanto suspiro murió, en eso, por casulidad Josué iba pasando al frente de la casa de su padre y notó que las ventanas y la puerta estaban abiertas así que se intrigó y decidió entrar, cuando entró miró a su padre muerto y unos ladrones escapando por la ventana trasera de la casa, al enterarse todos en la pequeña Villa de Saltarin, fueron a ver lo que habia ocurrido y al entrar vieron los lujos que aquella casa tenía por dentro, todos muy sorprendidos se sintieron engañados, lastimados, irrespetados y burlados; a pesar de esto perdonaron la vida a Josué puesto que él también habia sido engañado, tomaron las cosas con tranquilidad y fueron muy tolerantes.

Finalmente el padre de Josué murió solo, a su entierro solo asistió su pequeña familia es decir sus nietas y su hijo, Josué aprendió mucho acerca de la lección de vida que le dejó su padre, es decir que decidió nunca ser como él y ser muy responsable para no tener que vivir engañando a los demás y para enseñarles a sus hijas con su buen ejemplo.

Leidy Cárdenas